¿Qué es la interpretación y en qué difiere de la traducción?

Suele haber mucha confusión entre lo que es un “traductor” y lo que es un “intérprete”. Se suele escuchar, por ejemplo, que en una conferencia habrá “traducción simultánea”. Sin embargo, los dos términos no son intercambiables y, de hecho, representan a dos profesiones bien diferentes, con distinta formación, exigencia y ejercicio.

Aun cuando en ambos casos se trata de volcar lo expresado en un idioma a otro, el traductor utiliza el medio escrito, y el intérprete la voz hablada para lograr tal cometido. Es así que el traductor trabaja con textos, imágenes y otras manifestaciones físicas del lenguaje, mientras que el intérprete debe hacerse valer con la palabra hablada, únicamente.

Por otra parte, la interpretación también admite subclasificación. Por ejemplo, los intérpretes de AIIC son intérpretes “de conferencias” y trabajan fundamentalmente en dos modalidades: simultánea o consecutiva.

Estas modalidades también se encuentran presentes en los servicios que se prestan en la comunidad (hospitales, tribunales, etc.), la interpretación de reuniones de negocios, etc. Existe también la interpretación en lengua de señas, idioma también reconocido por AIIC.

Podemos clasificar la interpretación según su modalidad:

Interpretación simultánea

El intérprete, sentado en una cabina insonorizada, escucha mediante auriculares las intervenciones de los oradores en un determinado idioma y las interpreta, en tiempo real, hacia otro idioma para los participantes que lo escuchan a través de receptores. Se requiere de un mínimo de dos intérpretes por cabina y por lengua.

Interpretación consecutiva

El intérprete, situado junto al orador, toma apuntes de la intervención y, una vez finalizada, la interpreta hacia otro idioma. Es una técnica idónea para intervenciones relativamente breves, negociaciones, discursos protocolares, ruedas de prensa o entrevistas.

Aun cuando los intérpretes AIIC se especializan en la interpretación de conferencias, seminarios y encuentros diplomáticos, se encuentran habilitados para trabajar en cualquier contexto, tanto en la modalidad simultánea como consecutiva. Es así que se desempeñan con igual fluidez y comodidad en una faena minera, como en una cumbre presidencial, por ejemplo.